Pocas alegrías hay como ésta y, por ende, suceden en un rango diferente en la vida. Son contadas las ocasiones, llegan en menor en cantidad, pero su valor es impresionante.
Llegó finalmente mi primer caja de libros y por lo visto casi todos se irán en unos días a otras manos, a otros ojos...
Lo importante es escribir, claro, y a diario, de ser posible (o imposible también, hasta en servilletas se escribe caray).
Pero, aún más importante es el compartirlo, que alguien más pueda ver lo que hay dentro, dejar un fragmento en otros, una pequeña colonia diría Maquiavelo.